Al referirse a este tema, uno de los mayores problemas es la gran cantidad de términos y frases similares empleadas comúnmente, como así también la ausencia de algunas definiciones clave. Esto provoca una confusión generalizada, en donde al hacer referencia a la educación digital y/o a las herramientas que proporcionan las TIC para la enseñanza, se piensa que se está utilizando una “terminología más moderna”, incluso “superadora” de la que empleamos los que nos dedicamos a la informática / computación, como si todo fuera lo mismo. Lo que ocurre en realidad, es que la mayoría de las personas, sobre todo en educación, no tiene clara cuál es la diferencia.
¿De qué hablamos cuando hablamos de informática en la educación?
Es fundamental entender que nos encontramos mínimamente ante dos dimensiones de este “problema” que estamos tratando de resolver:
- La primera es la utilización de la computadora como una herramienta transversal en todas las áreas. Es decir, el empleo de la computadora para la enseñanza de cualquiera de las distintas asignaturas de la currícula escolar.
- Mientras que la segunda es entender a la Informática como una disciplina, donde el objeto de estudio es la computadora como parte de un sistema informático, compuesto por el hardware, el software y el humanware.
A esta altura debería estar claro que no es todo lo mismo. Si bien tienen en común a uno de los dispositivos más importantes inventados por el hombre como son las computadoras, así en plural, porque en la actualidad las computadoras han tomado distintas formas. Están las de escritorio/desktop, con su “última” versión, las all in one (no, en realidad Steve Jobs ya las había inventado hace mucho, pero no viene al caso); las portables/laptops como las notebooks y sus hermanas menores -ya en vías de extinción en todo el mundo- las netbooks; y también encontramos las táctiles, como las tablets y los celulares. Sí, los celulares son computadoras también. Además están los servidores, las supercomputadoras, etc. Pero en este artículo me voy a referir a las que están disponibles para la enseñanza.
Vamos por partes entonces, y para ello, aplicaremos el pensamiento computacional dividiendo un problema grande en partes más pequeñas:
1) Las TIC como herramientas transversales
Para la 1ra. de las variables, encontramos que durante los últimos 30 años se la estuvo denominando de distintas maneras: “Informática educativa”, “Alfabetización informática”, “Las TIC en la educación” y en los últimos tiempos “Educación digital”.
Cambia la forma en que la denominan, pero claramente el fin último de esta dimensión de la “supuesta informática”, es cómo utilizar las computadoras para la enseñanza de los contenidos de las distintas materias de la currícula escolar. Según las épocas las herramientas utilizadas fueron “el último software educativo”, la enciclopedia Encarta, el software Geogebra, Google Earth, Internet en la educación con las redes sociales y los blogs, las líneas de tiempo, Google Maps y todas las aplicaciones educativas que les vengan a la memoria. Últimamente los intentos estuvieron dirigidos a la utilización de las netbooks escolares o a las distintas app para los celulares (Como ya sabemos, la app o aplicación, es un programa, o sea, software… Y los “smartphones” son computadoras). Ah, pero también está la “C” de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). ¿Y cómo nos comunicamos en la actualidad? Sí, ya sabemos, por Internet. Internet es una gran red mundial de computadoras conectadas entre sí por distintos medios. Utilizamos aplicaciones que “corren” en redes informáticas. O sea, hardware, software y cables de interconexión.
Pero pese a que es la política que vienen aplicando los Ministerios de Educación durante estos últimos 30 años, esto, esto NO es informática…
¿Y entonces cuál es la 2da. dimensión?
2) La Informática como disciplina
Comencemos por definir qué es la informática. Según la ADICRA (Asociación de Docentes de Informática y Computación de la República Argentina):
“La Informática es la disciplina o campo de estudio que abarca el conjunto de conocimientos, métodos y técnicas referentes al tratamiento automático de la información, junto con sus teorías y aplicaciones prácticas, con el fin de almacenar, procesar y transmitir datos e información en formato digital utilizando sistemas computacionales.
Los datos son la materia prima para que, mediante su proceso, se obtenga como resultado información. Para ello, la informática crea y/o emplea sistemas de procesamiento de datos, que incluyen medios físicos (hardware) en interacción con medios lógicos (software) y las personas que los programan y/o los usan (humanware).”
¿Y computación?
Computación… es lo mismo… Nuevamente me remito a la ADICRA, que cierra el debate sobre las diferencias entre los términos más usados de la siguiente manera:
“Existe al respecto una falsa disyuntiva acerca del alcance de los diversos términos que se utilizan para denominar a este campo del conocimiento: Computación, Ciencias de la Computación o Informática. Lo concreto es que el término “Informática” es el más utilizado en hispanoamérica, mientras que “Ciencias de la Computación” es el adoptado para la lengua inglesa.”
Resuelta la terminología a emplear, pasemos a lo más importante:
Tres aspectos a tener en cuenta para poder decir que estamos frente a la enseñanza de la informática en la educación:
- Espacio curricular propio: Tiene que ser independiente. En la Formación General de cualquier nivel educativo. Esto equivale a decir que figure al mismo nivel que las materias tradicionales. No se trata de un espacio transversal donde se trabaje en relación con otras asignaturas, ni como apoyo técnico-pedagógico a otros docentes.
- Diseño curricular para la materia: Amplio, flexible, con objetivos y contenidos que guarden relación con los “Cuatro ejes para la Informática como materia” que postula la ADICRA.
- Incumbencia de títulos: Es imprescindible que los docentes habilitados para dictar este espacio curricular sean los Profesores de Informática. No puede ser que como se dice informalmente, “cualquiera que sepa prender una computadora enseñe informática”.
Dado que es potestad de cada jurisdicción decidir sobre la currícula de sus escuelas, uno de los pocos ejemplos en todo el país que cumple con los requisitos ya enumerados, es el que está en funcionamiento con la asignatura “Tecnologías de la Información” en todos los bachilleratos de la NES (Nueva Escuela Secundaria) de la CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Se dicta en un espacio curricular propio, el diseño curricular contempla los ejes de la informática y está a cargo de Profesores de Informática con título.
¿Entonces no se enseña “informática de verdad” en las escuelas argentinas?
En la absoluta mayoría de las escuelas no. Solamente aprenden “algo de informática” los alumnos de escuelas privadas que contratan Profesores de Informática para espacios extraprogramáticos llamados “Computación” o “Informática”. Esto tiene como desventaja que, al no haber diseño curricular, existe una disparidad alarmante entre lo que enseñan en cada institución. Esto puede depender del equipamiento, de la cantidad de horas de clase (a veces sólo 40 minutos por grupo), de “lo que pide la Dirección”, de “lo que investigaron por su cuenta”, de “algo de lo que aprendieron en el Profesorado”, etc. O continúan con lo “tradicionalmente establecido” desde aproximadamente el final de la década del ‘90: Ofimática. Algunos, con mucha convicción personal, enseñan a programar. Este modelo es muy fuerte en la escuela primaria sobre todo.
Mientras que en la secundaria una minoría absoluta de los alumnos puede elegir en algunas provincias entre estas dos especialidades: Técnico en Computación o Bachiller en Informática. Y, nuevamente, algunas escuelas privadas contratan Profesores de Informática en espacios extraprogramáticos (con las similares características a los de primaria en cuanto a los temas de enseñanza).Teniendo en cuenta la importancia de los temas que los alumnos se están perdiendo de aprender en las escuelas, esto no es suficiente. Es necesario que todos los alumnos del sistema educativo puedan tener una aproximación temprana a los contenidos de la informática.
Y entonces ¿Qué propone enseñar en las escuelas ADICRA?
Cuatro ejes para la Informática como materia
- Informática en la sociedad: Analizar todos los aspectos en los que la informática impacta en la sociedad. Entre otros: Criterios de seguridad y ejercicio de la ciudadanía digital. Internet como medio de comunicación: análisis de sus servicios. La evolución de la Web. El impacto de la digitalización. Gestión de la propiedad intelectual. Software Libre. Software comercial. –
- Los sistemas informáticos y sus tecnologías: Obtener conocimientos básicos sobre el funcionamiento y los componentes de equipos y redes informáticas para una gestión eficiente de los mismos. Conceptos básicos del funcionamiento del hardware y el software de un sistema informático. Uso operativo y mantenimiento básico de un equipo informático y de las redes informáticas.
- Lógica y lenguajes de programación: Adquirir capacidades lógicas y creativas que permitan la resolución de problemas aplicando las Ciencias de la Computación. Reflexionar y adquirir criterios construidos desde la experiencia acerca de la actividad productora de programas informáticos. Los entornos, lenguajes y niveles propuestos pueden variar de acuerdo al contexto educativo.
- Aplicaciones informáticas: Aprender las técnicas necesarias para dominar las aplicaciones informáticas, denominadas “TIC”. Articular estos contenidos con su utilización transversal en las demás áreas. Las aplicaciones bajo estudio pueden variar de acuerdo al contexto educativo y al diagnóstico del docente. –
Todo concluye al fin…
Todos estos argumentos no implican volver a los ’90 y que “solamente los de informática podamos utilizar las computadoras”. Por el contrario, lo ideal sería que exista el espacio para la informática y que además el resto de los docentes enseñen sus materias utilizando las TIC.
Considero que propuestas como la enseñanza interdisciplinaria y/o el aprendizaje basado en proyectos, son necesarias y pueden ser prácticas que modifiquen la educación. Pero para ello, la informática tiene que tener su lugar como disciplina y desde allí interactuar y complementarse con las demás. No alcanza con la transversalidad y la educación digital.
Si de verdad queremos que todos los chicos aprendan contenidos imprescindibles para la vida en la sociedad contemporánea, se necesita incorporar #LaInformáticaComoMateria en todas las escuelas del país.
Gustavo Cucuzza