La historia del actual grupo Samsung tiene su origen en Daegu, Corea, el 1 de marzo de 1938 cuando el empresario Lee Byung-chul (1910–1987) inauguró en una compañía de importación y exportación de productos perecederos a la que llamó Samsung Sanghoe (en coreano, «tres estrellas»). Aunque hoy parezca increíble, la principal actividad en aquel entonces del actual gigante de la electrónica era la venta de pescado seco y frutas.
Para llegar hasta el momento que cambia el rumbo de la empresa y que marca el origen de la Samsung que hoy conocemos debemos ir hasta el 1 de noviembre de 1969. En esa fecha se fundó la filial Samsung Electronics, especializada en tecnología y electrónica. Mediante un convenio con NEC Corporation de Japón comenzó a producir electrodomésticos y equipos de audio y video, llegando a vender más de 10 millones de televisores a lo largo de la década de 1970.
En 1974 tienen lugar otros hechos importantes para la firma: Lee Byung-chul adquirió -en una arriesgada inversión personal- la Korea Semiconductor, logrando una operación fundamental para que Samsung comenzara a diseñar y fabricar sus propios chips electrónicos. Este acceso a la tecnología de los semiconductores le permitió convertirse muy pronto en una empresa líder del sector. Pero la compañía seguiría creciendo en otros rubros: en ese mismo año sumaron dos divisiones importantes para el grupo: Samsung Heavy Industries, destinado a la construcción naval, y la petroquímica Samsung Petrochemical. La suma de todas estas filiales consolidó a Samsung como la tercera corporación empresaria de Corea, por detrás de Hyundai y Daewoo.
A partir de 1993 Samsung adoptó un cambio de estrategia apostando fuertemente a la investigación y el desarrollo. De esta manera amplió su gama de productos y comenzó a mejorar sus niveles de calidad, un histórico punto débil de los productos coreanos ante la competente y prestigiosa industria japonesa.
El siglo XXI encontró a Samsung consolidada como la empresa más importante de Corea del Sur. Su posición de liderazgo no vino exenta de algunos problemas: pleitos por patentes, reclamos por fallos masivos y hasta procesos por presuntos hechos de corrupción. Hoy Samsung es el mayor fabricante mundial de telefonía móvil y está entre las empresas más importantes en una gran variedad de rubros como la electrónica, los electrodomésticos, la construcción naval, la aeronáutica, la industria química, y las finanzas. Un exitoso y asombroso recorrido para una empresa que en 1938 comenzó vendiendo frutas y pescado.